Llega el calor del verano y son muchas las personas que se lanzan a la búsqueda de la receta definitiva para hacer un buen salmorejo. Es por ello, que aprovechando la oportunidad, vamos a trasladaros la receta ideal para triunfar este verano con el plato estrella de Andalucía.

El salmorejo… esa sopa fría, típica del sur de España, que con su sabor enamora a quien lo prueba por primera vez. Es, claramente, una de las sopas frías que más éxito tiene en la gastronomía española. Sin lugar a dudas, es uno de esos platos que ha conseguido romper fronteras, y en el que el AOVE es parte importante a la hora de alcanzar el sabor deseado. Si, para colmo, esta deliciosa receta la elaboras con un producto estrella como es el Aceite de Oliva Virgen Extra de AljaOliva, es cuando no vas a querer dejar de saborear este plato.

Muy pocas veces, tan poca cantidad de ingredientes podrían dar lugar a un plato con tanto gusto y tan indispensable en nuestra gastronomía, pero aunque sea escasa la cantidad de ingredientes, los pocos que se utilizan son de una calidad suprema, como es el caso de nuestro AOVE; es decir, es la calidad de los productos que se emplean el secreto detrás de la elaboración de un buen salmorejo.

salmorejo

La receta tradicional es la que está presente en todas las cocinas, y aunque sea una receta objeto de muchas modificaciones por grandes chefs, siempre se ha respetado, -y se respetan-, sus principios básicos para su elaboración. Bien es cierto cuando se dice que aunque se empleen los mismo ingredientes, no salen dos salmorejos iguales, ¡Y qué gran verdad es esa!

Así que, si estás deseando elaborar el mejor salmorejo con Aceite de Oliva Virgen Extra de AljaOliva, ¡Quédate! Te damos el paso a paso.

¿Qué es el salmorejo?

El salmorejo es una exquisita crema, espesa, que se toma, sí o sí fría, la cual se puede preparar majando los ingredientes, con muchísima paciencia, en un mortero, o de una manera más modernizada, con una batidora o un robot de cocina.

Según hemos podido informarnos, el salmorejo nace en el siglo XIX, momento en el que comenzó a ser popular por corresponder a un plato humilde en el que el tomate era protagonista. Poco tiene que ver aquella forma de elaborar el salmorejo a cómo se hace en la actualidad, pero la realidad es que enamoró desde el primer día, popularizándose fuera de Andalucía.

Es más, el salmorejo llegó a ser considerado como una especie de guiso de caza, como puede ser con productos como el conejo (véase el conejo en salmorejo), y es que el simple hecho de ser espeso y su sabor que encaja muy bien con otros productos, ha propiciado que sea una parte activa en muchos cocinados. No hay más que ver la inmensa cantidad de montaditos que lo incorporan por su capacidad de jugar con otros alimentos en la boca.

¿Cómo se hace?

Son cuatro los ingredientes principales: tomate -deben estar maduros-, pan (preferiblemente del día anterior), Aceite de Oliva Virgen Extra, siendo en este caso de Aljaoliva, y sal. Hay quienes además de estos cuatro ingredientes, le añaden uno más: un diente de ajo.

  1. Se lavan los tomates, se le retira los verde del pedúnculo y se trituran. Para que no se haga trabajo extra, no hace falta pelar el tomate ni quitarle las pepitas puesto que tras la trituración del tomate, se pasa por un colador fino quedándose los restos.
  2. En un bol colocamos el pan, cubriéndolo con el puré de tomate del paso anterior, para que se empape bien, alrededor de unos 10-15 minutos aproximadamente. Tras esto, en una batidora, se tritura junto a un diente de ajo -para los que optan por usarlo-, obteniéndose una crema espesa de tomate y pan.
  3. Tras esto, incorporamos el Aceite de Oliva Virgen Extra de AljaOliva, que hará que este salmorejo tenga un sabor inigualable, consiguiendo una emulsión perfecta, con un resultado espeso y muy cremoso.
  4. Tras echar el Aceite de Oliva Virgen Extra de AljaOliva, volvemos a triturarlo todo hasta que el salmorejo sea uniforme, con un color anaranjado y lo suficientemente compacto como para aguantar los toppings que se le echa encima -como es el caso de los taquitos de jamón y el huevo duro-.

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Formas de presentación

Otro de los grandes dilemas entorno al salmorejo es la forma en la que se debe presentar y cómo se debe tomar. Al ser espeso, la mayoría de las personas optan por una presentación en un cuenco acompañados de productos como taquitos de jamón ibérico, trocitos de pan frito y/o un huevo dudo cortado en trocitos pequeños. Productos que dan una combinación ideal. También, como fórmula personal que nunca falla, nos encanta una vez servido darle un pequeño chorreón de AOVE por encima, que le da un toque muy bueno al paladar.

De esta manera ya tienes todos los pasos a seguir para convertirte en el/la chef del verano, elaborando un salmorejo de primerísima calidad.

Si te ha gustado esta receta te invitamos a que leas nuestra receta anterior, en la que hablamos de la elaboración de una verdadera tortilla de patatas con AOVE de nuestra Almazara. Asimismo, te recomendamos la lectura de nuestro anterior post, en el cual hablamos de las diferencias entre el Aceite de Oliva Virgen y el AOVE.